Desde hace 37 años, al principio a pie y después en bici y en moto, He Fu Quan recorre las callejuelas de Sichuan llevando a todas partes por donde va «la cultura y el cine», como dice él. Ofrecidas por el gobierno chino, hoy día las películas se envían de Pekín vía satélite a Chengdu, donde He Fu Quan, llamado «He Film», va a buscarlas y se las lleva en discos duros. Cuando llega a un pueblo o a una granja aislada en un bosque de bambúes, despliega su pantalla, todos llevan sus taburetes y, cuando ha anochecido, comienza la proyección. Campesinos, habitantes de Pekín y de Chengdu, la China rural y urbana delante de la pantalla de cine.